Por Mtro. Arq. Humberto Salvador Maldonado Baeza
Las azoteas son elementos arquitectónicos que en conjunto forman el paisaje urbano de las ciudades. Las propiedades morfológicas de las azoteas no solo residen en ser elementos constructivos o en la apariencia formal que se produce en consecuencia, sino también en su capacidad de ser habitadas.
Actualmente las azoteas pueden representar hasta un 32% de las superficies horizontales en zonas urbanas, por lo que estos espacios se podrían aprovechar para densificar las ciudades antes de que estas carezcan de espacios libres para su desarrollo.
Desafortunadamente, las edificaciones contemporáneas requieren de amplias áreas para colocar instalaciones mecánicas que permiten el funcionamiento de los edificios, por lo que tuberías, compresores, cisternas, sistemas de ventilación, antenas y un sin numero de artefactos mecánicos nos han arrebatado del espacio y de los beneficios que nos ofrecen las azoteas.
Las azoteas urbanas podrían tener un impacto substancial en la modernización del parque edificado en la ciudades, más sería necesario el desarrollo de modelos arquitectónicos que permitan que su potencial se convierta en una realidad.
Por ello, es necesario desarrollar a través del diseño arquitectónico una serie deestrategias de altura que permitan a nuestras ciudades transformarse y adaptarse a las necesidades del crecimiento urbano. Además que estas soluciones podrían estar fuertemente correlacionadas con el desarrollo económico.
Es fundamental determinar el potencial de las azoteas urbanas para impulsar una arquitectura regenerativa que sea capaz de revertir la fragmentación social urbana. Tales modelos podrían implementarse en otras ciudades para estimular el desarrollo integral, en amplios términos sociales, económicos y ambientales.
Por ello, las azoteas urbanas pueden ser consideradas elementos ya edificados capaces de convertirse en el albergue permanente del espacio habitable, el cual tiene la capacidad de brindar a los residentes de áreas comunes, mientras podrían reducir el consumo energético de las edificaciones y disminuir el impacto al medio ambiente. Como consecuencia, las azoteas pueden convertirse en el elemento arquitectónico que promueva cohesión social, soporte tecnología para la creación energética renovable y un factor que mejore las condiciones climáticas ambientales, beneficiando directamente la calidad de vida de los habitantes.
¿Podría ser que estas superficies tengan el potencial de convertirse en el espacio edificado que encabezara un proceso holístico de cohesión social y desarrollo sustentable en nuestras fragmentadas ciudades?