Entrevista con el Arq. Jorge Ponce Amezcua

Jorge Ponce es arquitecto, fundador y director de LUPA: Laboratorio de Urbanismo y Planeación Ambiental, basado en la Ciudad de México. Ha desarrollado numerosos proyectos y planes, básicamente orientados a asuntos ambientales, particularmente en manejo de agua, energía y residuos, como la Restauración del Taller Diesel no. 1 en San Luis Potosí, una planta industrial con cero toma y cero descarga de agua; Plan de Restauración Ambiental de la Ciudad de México y su Región (1993) basado en Núcleos Verdes para el manejo interdependiente de grandes áreas urbanas; Plan de manejo de agua para la Subcuenca de Tizayuca (200,000 ha.) para abastecimiento con agua de lluvia para 650,000 habitantes; Plan de Manejo Urbano y Ambiental de Rancho El Dorado 13,000 ha en el desierto de Baja California que incluye entre otros temas, manejo de agua en oasis artificiales, granja solar de 3.2 Mw en proyecto (2007); Plan de Manejo Ambiental para Hotelito Desconocido en Jalisco, instalación turística autónoma en agua, energía, residuos y alimentos (2008); Plan de Manejo Ambiental para Odiyana, comunidad autónoma en agua y energía con 120 ha, en Xico Veracruz, (2010), entre otros proyectos y planes.

 

1- ¿Cómo fue que te interesaste en profundizar profesionalmente en el tema de arquitectura del paisaje?

No recuerdo realmente, pero digamos que siempre me ha interesado la cuestión ambiental; tengo trabajando ya mucho en este tema, aunque a veces no veo mucho resultado, o no lo que te imaginas o lo que sueñas por resultado. Digamos que originalmente no me interesó, de hecho hasta se me hacía un poco ridículo lo de “arquitectura del paisaje” entendida como la jardinería; eso es lo que yo pensaba entonces y creo que las cosas han cambiado, porque se me hace de lo más interesante que hay ahora. Mi enfoque en el tema es más el de la planeación ambiental que de la planeación en general, vengo de familia de agricultores, crecí en el rancho, entonces el paisaje vegetal es algo bastante familiar y en este sentido me interesa más la hectárea que el metro cuadrado y los proyectos que he hecho son más de hectáreas y he hecho pocas cosas que se pueden considerar “pequeñas” en cuestión de escala.

Pero, ¿cuándo me interese en profundizar profesionalmente? Quizá cuando me cayó la primera chamba de ese tipo, es como dicen: “la inspiración es 20% trabajo y 80% contrato… o 20% inspiración y 80% contrato”. Por el 1987 me encargaron un plan en la sierra de Catarina en el DF; todo el mundo la conoce, son los pequeños volcancitos en las pinturas de José María Velasco, es muy famoso ese paisaje. Es un paisaje netamente mexiquense de alrededor de 15 mil hectáreas.

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José María Velasco, El Citlaltépetl, 1892, óleo sobre lienzo, MUNAL en Blog AUGUR Estudios Visuales http://augur.com.mx/retratos-de-la-ciudad-en-la-pintura-moderna-mexicana/

Una parte está en zona protegida, o estaba en ese tiempo, y otra parte estaba fuera de ese asunto. Lo que había era una queja de la actividad económica preponderante en toda esa zona que es la minería a cielo abierto de piedra, tezontle y arena. Uno de esos cerros se utilizó desde los tiempos del virreinato para muchos edificios, y en fachadas. Entonces me encargaron la Asociación de Mineros del DF y el Estado de México un proyecto que resolviera los problemas de los mineros, un poco en contra a lo propuesto por el Instituto de Ingeniería de la UNAM contratado por el gobierno del Distrito Federal; propuesta que a mí me pareció bastante mala, y que era darles permiso de explotar los volcanes, que son seis, hasta que quedaran todos a la misma cota; quedaría un paisaje rebanado con todos los cerros a la misma altura. Mi aportación era un poco la protección de ese paisaje histórico y emblemático. Digamos que este fue mi primer acercamiento al paisaje.

En México tenemos un patrimonio de paisaje volcánico enorme y fantástico. Entonces hice una propuesta, que luego se convirtió en un plan de protección en toda esa área que son 13 mil hectáreas, para que los mineros se dedicaran a explotar parte, particularmente dos volcanes y dejaran en paz los otros cuatro, el más explotado digamos sería el de Yahuelica, del cual hice todo un plan que se está llevando a la práctica, aunque son proyectos muy lentos; ahorita ya está hecho unas dos quintas partes de todo el volcán, que sería como un kilómetro cuadrado que tampoco es tanto; el proyecto fue desaparecer el volcán y continuar la explotación por debajo del nivel cero hasta 70 metros de profundidad con cierta geometría de modo que llegáramos al centro de una especie de lago que es el acuífero descubierto donde hay migración de contaminantes con un proyecto de limpieza del agua subterránea de esa parte de la ciudad.

Otro volcán que se llama el Tetecon, ya desapareció totalmente y lo convertí en una lomita, y los otros volcanes se quedaron sin tocar.

Últimamente, gracias a políticas nefastas del gobierno de la ciudad de Méxicoen la época de Cárdenas, prohibieron la explotación de las minas y lo único que produjeron como resultado fue el deterioro fenomenal de toda la zona, porque comenzó a haber mineros clandestinos, entonces lo que ya se había protegido como paisaje quedó como campo minado a causa de este clandestinaje minero en una zona que habría que haber protegido muy bien porque es la vertiente sur de la sierra de Santa Catalina hacia el lago de Xochimilco-Tlahuac-Chalco, que todavía conservaba los encinos del cuaternario, un paisaje alucinante, de unos 8 mil años de antigüedad que al prohibir la minería se hizo un lío. Finalmente se eliminó ese plan de “protección del paisaje”.

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Vista de la sierra de Santa Catarina (México) desde el lago Huetzallin, en Xochimilco. Fotografía por: Yavidaxiu (Trabajo Propio) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)%5D, via Wikimedia Commons https://commons.wikimedia.org/wiki/File%3ASierra_de_Santa_Catarina.JPG

 Volviendo al tema, mi acercamiento fue básicamente geográfico y de producción, había la intención de proteger y rehacer el paisaje, con un balance o una especie de negociación de decir eliminen dos volcanes y que conserven cuatro; no es mala idea, a todo mundo le gustó, a los mineros les encantó la idea, sobre todo el ir 60 metros más abajo, porque es donde está el mejor material con el mejor precio; luego se metió una de las empresas por las que se hizo el proyecto, que se llamó “Concretos Reciclados”, ellos reciben el desperdicio y cascajo de la ciudad de México y están rellenando todos estos agujeros con cascajo de desecho de la ciudad; les quedaban todavía como 20 metros para rellenar, lo que equivale a millones de metros cúbicos; digamos que ese es un lado ambiental importante, por lo que la arquitectura del paisaje la veo como el macro paisaje de lo que sucede en la ciudad, de lo que sucede en el campo, ligado a una actividad económica y sustancialmente conectada con cuestiones ambientales como lo es: el manejo del agua, el manejo de la energía, el manejo de residuos y todo ese tipo de cosas.

2- ¿Cómo considera que sería el paisaje de una Guadalajara ideal?

No tengo ni idea; Guadalajara es bastante agradable, no sé por qué el ruido de los coches es más fuerte que en otros lados, no sé si es la calidad del aire, pero siempre es más ruidoso en Guadalajara, incluso el sonido de una lluvia; pero Guadalajara con jacarandas y ceibas, el clima fantástico, la gente simpática, Guadalajara está perfecta, tiene arquitectura muy buena; hay partes de la ciudad peculiares como la avenida Chapultepec, como era antes y como es ahora y aunque no sea la gran cosa, pero tiene un encanto muy especial; la avenida Vallarta, a pesar del tráfico, partes del centro histórico de Guadalajara, como la parte posterior de catedral. Aunque la economía de la ciudad está muy mal, ves casas destruidas pues la gente no tiene dinero, es una ciudad deteriorada pues las rentas no funcionan muy bien, en el tema de las casas viejas la legislación es bastante restrictiva, no puedes tirar una casa, y está bien, eso conserva el paisaje urbano del centro, pero a lo mejor podrías hacer algo atrás con un buen diseño. Para mí lo ideal sería que no se contaminara la barranca, que fuera autónoma en energía, que reutilizara agua, que se limpiaran las fuentes de agua como la laguna de Chapala; ya con convivir en un sitio limpio creo que sería una gran maravilla, aparte de los problemas de seguridad, asunto propiamente del gobierno de la ciudad.

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Fotografía: Archivo ESARQ

3- ¿Qué nos detiene o estorba para llegar a eso?

Todo radica en la conciencia ciudadana. Creo que han hecho mucho mal las cuestiones de comunicación ambiental, el mal que ha hecho la propaganda ambientalista, como ahorrar apagando un foco, o ponga la basura en su lugar; este es un mensaje reducido, hecho todo en una frase; aberraciones como lo que señalan algunos políticos diciendo “si todo mundo se lavara los dientes con medio vaso de agua ahorraríamos en agua…”, lo cual es una tontería, en primer lugar porque la gente no se lava los dientes y segundo porque no es importante ese gasto, o como también dicen: “pónganle un ladrillo al excusado y ahorraremos muchísimo en agua…”. Alguien que se pone a sacar cuentas puede ver que es un absurdo pues las cosas no son así, la cuenta no es así. Un porcentaje alto, cercano al 60%, del agua dulce se va a cuestiones agrícolas, el gasto mayor es en la agricultura, lo cual es incontrovertible. Las ciudades consumen el 15% del agua que hay, y estamos de acuerdo en que se consume muy mal, pero en el balance completo, la agricultura es el problema, junto con la industria, lo más contaminante es la agricultura y la industria, echando a perder ríos. Este es un problema serio, le hace daño a la participación social el hacerle creer a la gente que “lavándose medio diente va a salvar el planeta” y que va a haber un ahorro sustancial en el manejo del agua.

Esto se puede cuestionar aquí [en el restaurante], habiendo como cincuenta personas, de las cuales 80% son mujeres, les pudieras preguntar ¿Cómo está formado el paisaje de Guadalajara, como está formado el territorio de Guadalajara? Y el 90% mínimo no va a saber, es decir no sabe que está en una barrera con una pendiente muy ligera hacia la barranca, o preguntarse de dónde viene el agua; esa es la conciencia ambiental que se debería tener. Primero ¿Cuál es tu paisaje, cuál es tu territorio, dónde estás puesto, como funciona tu paisaje?, esto casi en el sentido etimológico de tu país… El paisaje y el lugar es el medio ambiente. O el preguntarse ¿De dónde vienen los vientos en Guadalajara, vienen contaminados, qué con el ruido, a dónde va la basura, cuánto se produce de basura, cuántos arboles hay en Guadalajara, cuánto y cómo está el balance de carbono? La gente no somos tontos, todo mundo tenemos la capacidad de entender esas cosas, ¿Cuántos metros cúbicos de agua se consumen en Guadalajara, cuánto se recicla en la ciudad, cuántas plantas de tratamiento? ¿Qué es una planta de tratamiento?, hay mil preguntas fáciles de contestar. Por lo que el interés en la participación de la población es elemental.

Si hubiera conciencia ciudadana de dónde estamos, lo cual no es tan difícil, la gente podría tener un horizonte ambiental donde realmente pudiera partir de lo que importa en cada sitio; así el que está en Tlaquepaque o en La Primavera, en Los Colomos, en la avenida Patria, etc. Si la gente conociera y tuviera una conciencia sobre esas cosas, pudiera ser mejor en términos de calidad de vida, lo que podría traer un cambio interesante. Y por lo menos investigar y ponerlo en blanco y negro en el lenguaje que se entiende, digamos en el lenguaje de los arquitectos, en el lenguaje del territorio, de los números. Mucha gente se entera de esto en la radio en Guadalajara, que hablen de estos temas más, sin embargo el mensaje en ocasiones no trasciende.La participación ciudadana sería mejor si se conociera el territorio.

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Fotografía: Archivo ESARQ

4- ¿En tu experiencia para subir a bordo a la ciudadanía, como podría ser el convencer a un cliente de hacer un edificio autosuficiente, se comienza con números (de ahorro) o el cliente tiene que ser quien proponga la idea?

Yo le digo al cliente: tu obligación es pagarme y se los he repetido a varios con menor vergüenza. Y yo les receto lo que es: autonomía en agua, autonomía en energía, el aprovechamiento óptimo de la luz de día. Es mi responsabilidad saber hacerlo, así como saber proyectar y diseñar en función de esos términos, y el cliente está feliz normalmente, cuando tiene esos resultados, y cuando ve que ahorra dinero está más feliz y te vuelven a llamar. General Electric fue uno de los clientes que regresó varias veces; cuando vieron que no gastaron un quinto en agua, cuando vieron que el recibo de la luz se redujo drásticamente por tener apagadas las lámparas todo el día. No han puesto la autonomía, pero la pueden tener y eso les encanta, pues ya no tienen que gastar. Otro ejemplo: los edificios de los condominios, todos estos tienen que pagar una cuota mensual carísima que básicamente se va al pago de energía y de limpieza, además de vigilancia; se puede ahorrar en la energía y a su vez generar dinero, entonces con eso se puede pagar la limpieza y pagar la vigilancia; es decir el mantenimiento podría ser gratis y obviamente en términos comerciales en donde el comprador sabe que no pagará un mantenimiento pero sí lo va a tener, es un punto de venta grandísimo, por lo que es responsabilidad del diseñador meterse a estos temas y entrarle.

5- Y ¿Por qué no sucede esto? ¿Qué nos detiene?

Creo que hay ideas fijas que son difíciles de quitar, por ejemplo: el paisaje en “Rancho El Dorado”: hicimos un proyecto enorme de cerca de 12,700 hectáreas de las cuales se construyeron cerca de 7,000 hectáreas y no movimos ningún árbol, pero nadie se da cuenta pues ahí están. No se taló alguno para meter una calle, no se invadió ningún arroyo, lo cual tuvo la mayor rentabilidad en términos del proyecto, y el otro es que hay una pendiente muy ligera, lo cual genera una vista al mar, así que lo que se hizo fue utilizar el 40% del terreno, pensando el cliente que “no era posible” pero se le mencionó que se vendería más caro por varios factores: no vas a meter postes de luz, (limpiando el paisaje de cables), no se quería introducir electricidad subterránea pues se pensaba que era más caro -como cinco veces más-, por lo que solicité dos presupuestos, uno aéreo y otro subterráneo, y al final resultó un poquito más caro el subterráneo pero no tanto como se pensaba; pero el valor del terreno en lugar de diez dólares subió a 75; y así hay una serie de ideas fijas sin saber qué puede ser más barato. General Electric se ahorró un millón de dólares en la planta porque originalmente quería meter fachaleta en los edificios, lo cual son metros y metros cuadrados y se les dijo que era sólo necesario limpiar y pintar quedando muy bonito sin complicaciones y con ahorros, no se tiró nada la basura; sí hay muchas ideas fijas como prejuicios. Otro ejemplo: en una casa donde se tengan paneles solares y se venda la energía, ahorita no es posible por la legislación, pero pensemos que pudiera ser posible que los dueños de las viviendas reciban dinero por esta energía: una fábrica les pagaría dinero un tanto más barato de lo que le pagaría al gobierno o a la compañía de electricidad, y con eso se paga una parte de la hipoteca de la casa, existiendo un gran ahorro familiar y así, en lugar de pagar el cien por ciento de la hipoteca con su dinero sólo pagan un sesenta por ciento.

Hemos hecho tres proyectos grandes para la ciudad de México. Uno es convertir la central de abasto en una planta de energía solar, con lo que se pagaría hasta el ochenta por ciento del alumbrado público de la ciudad de México. No es posible gastar un dinero que no se tiene, normalmente el banco presta con intereses para pagar la luz, resultando un espiral ridículo en donde después la preocupación es pagarle al banco y no el de general electricidad ¡Cuando el tema principal era iluminar la calle! El otro proyecto es el viaducto de la ciudad de México: es un cruce de oriente a poniente con un área desperdiciada al centro que es ideal para meter energía solar. En esta área metí una planta de energía solar de tres kilómetros y podría servir para iluminar todos los monumentos o mandar energía para las oficinas públicas durante el día, que es cuando funcionan y necesitan electricidad; entonces el gasto no está orientado nada más a pagar. Imagina lo que gasta la ciudad de México: entra el agua desde Cuitzamala, la tiene que bombear un kilómetro de altura y no genera nada de energía en la bajada del agua, que por lo menos se debería de generar energía en la bajada de agua para compensar el otro gasto. Digamos que estos temas son netamente ambientales en la economía de la ciudad.

¿Por qué no se hacen? Es un misterio total, pero creo que básicamente es por necedad y temperamento negativo, podríamos decir que el que no funcione totalmente en México se puede deber a un problema de falta de educación (en el tema) de la gente burócrata.

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Fotografía: Archivo ESARQ

6- ¿Qué les recomienda a los diversos actores que deben transformar ambientalmente la ciudad?

En parte, tomar el territorio como una condición de proyecto ambiental, es decir, muchos urbanistas van sobre el tema de uso del suelo, lo cual ha hecho un daño enorme. Por ejemplo vemos edificios de diferentes alturas que no respetan los coeficientes de utilización del suelo ya que éstos no están bien normados, aunque se diga que no se puede pasar de un número de pisos la gente lo hace, pues porque así es; pero si lo normaran de otra forma, podríamos tener una ciudad visualmente bastante más atractiva, con menos altibajos de los que hay ahora. Si los planeadores se metieran realmente al tema ambiental descubrirían algunas cosas fantásticas, como ocurre al organizar la ciudad en términos ambientales.

Otro ejemplo: ¿Cómo es posible que existan los carriles laterales del Periférico para carga pesada o camiones grandes que son los más contaminantes y llevan las mercancías, y en contraparte la mayor cantidad de carriles son para los coches chicos que llevan una persona, lo que es una solución clasista totalmente. Los camiones de carga pierden más tiempo y contaminan aún más, mientras que el señor o señora que va hablando por teléfono tiene que llegar rápido ¿para qué? Es claro que todos deberían moverse más rápido, pero el problema de que los camiones grandes tengan que esperar más tiempo es que son los que más contaminan; esto sería una solución a la contaminación importante. En resumen sería plantear la planificación con base en los temas ambientales tales como agua, energía y residuos.

Estamos trabajando en el diseño de una máquina, en el DF, para aumentar la pepena de basura y reducir sustancialmente la cantidad de material que se va al tiradero. Este problema lo vemos como uno de diseño industrial y la repercusión que tiene en el urbanismo es enorme. Va un poco de la mano con la pregunta de ¿Con quién se debe hacer equipo? Yo creo que ya se acabaron los tiempos, o tienen que acabarse los tiempos en que los que opinan para la ciudad son los urbanistas, los economistas y algunos políticos, los demás sólo obedecen, no entienden nada; es como el preguntar sobre el uso del suelo y cuestionar cómo se llegó a decir que ahí van sólo casas. ¿Por qué no puedo poner una tienda en mi casa? La conciencia ciudadana es lo básico, así como el factor numérico.

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