Día Mundial del Hábitat | Nuestro entorno está vivo, más vivo que nunca.

Por: Arq. Isamar A. Herrera Piñuelas

La serie de acontecimientos que recientemente han sucedido en la República Mexicana, han levantado la vista no solo de profesionistas y científicos en la materia, sino hasta de aquellas personalidades que ponían en duda el cambio climático. Nuestro planeta tierra se está manifestando, lo podemos ver, lo podemos sentir, y me refiero a sentir en lo más profundo de la palabra, porque lo sentimos por nuestra gente, familiares, amigos, todos aquellos que están siempre en nuestro corazón y que, cuando sucede una manifestación tan dura y franca de la tierra, no nos queda más que rogar porque respondan nuestros mensajes para saber que están bien. Nos duele, nos duele hasta por aquellos que no son tan cercanos, pero que se nos apachurra el corazón al ver el dolor y el sufrimiento ajenos. Todo esto nos duele, y además, es un dolor acompañado de culpabilidad, podemos tratar de deslindarnos, pero todos sabemos cuán responsables somos, este suelo no ha hecho más que soportarnos, y ahora nos soporta como un yunque atado a una liga, estamos al borde, históricamente a punto del no retorno.

 

El aire que nos rodea, el agua, la tierra y el fuego, se están expresando, nos están gritando que están allí, que no subestimemos su potencia, que todo tiene un límite, que en un par de segundos pueden hacernos saber que somos más vulnerables de lo que jamás hemos creído, que nuestra tecnología sirve para poco y que lo único que tenemos asegurado es que su potencia no respeta a nada ni nadie.

¿Te has puesto a pensar aun así en lo complejo que es tu hábitat? Dentro de todo el caos, hemos podido disfrutar de un sinfín de “creaciones” naturales, con toda su majestuosidad y belleza, desde raras especies marinas gigantes, hasta el pétalo más delicado de una pequeña flor, todos y todas ellas, conviviendo en un mismo espacio, en un mismo límite ¿Te has sentido parte de un todo?

Somos el resultado de pequeñas y minuciosas coincidencias que nos llevaron a la evolución, somos polvo de estrellas, somos una creación divina; sea cual sea tu teoría, vivimos en un espacio que no fue creado por nuestras manos ¿Cuándo podremos respetarlo y sentirnos realmente colaboradores en este espacio en el que estaremos un breve momento?

Vivir es compartir y entender. Ama y respeta a todo aquello que te provee, que te sostiene, ten gratitud y devuelve tu vida a este entorno. Si tomas, regresa como lo tomaste. Si dejas, que sea lo que se necesita. Y si no estás dispuesto a formar parte de tu tierra, ten por seguro que no solo tú estarás haciendo polvo tu vida, estarás comprometiendo la de todos, porque nunca ha sido más claro que somos parte de un todo y que todos podríamos formar parte armónica de ese todo.

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s